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Herencia, transmisión, vida
Herencia, transmisión, vida. A la vez, somos espiritualmente herederos y donantes. Esto nos coloca en el corazón de la vida impersonal y fraternal. Los elevados valores que inspiran nuestro trabajo interior en el camino son mucho más que ideas filosóficas o esotéricas. Son concretas y transmisibles, porque emanan de corazones y cabezas que han actuado en el curso de los tiempos. Podemos estar agradecidos a todas las almas inspiradas que han trabajado incansablemente para conducir a la consciencia humana a despertarse. Generaciones de pioneros espirituales han trazado generosamente los caminos que emprendemos hoy. Ellos han abierto los corazones y los espíritus a la universalidad de la Gnosis. ¿Cómo asumir ese…