Revista Pentagrama 2017 – 2
El verdadero Rosacruz
Ha conquistado tres virtudes esenciales:
· La fe en su propio saber, puesto que confía en la promesa del Rey.
· Una esperanza verdadera, por su conocimiento de la Ley y su reconocimiento de lo bueno en todas las cosas.
· El amor respecto a la justicia; por consiguiente no juzga nunca las faltas de los otros y no pierde su tiempo en habladurías
sobre otros.
Puesto que él sabe que es el instrumento de Dios, nunca alardeará de ello.
Puesto que ha jurado obediencia al Rey interior, sabrá callarse.
Puesto que se esfuerza en cumplir con sus obligaciones y que el desarrollo de su alma se refleja en el exterior, no encontraremos
ninguna perturbación en él.
Puesto que está inclinado a tener una opinión más favorable que desfavorable sobre los otros, buscará lo bueno en todas las cosas.
Sabiendo que cualquier circunstancia puede darle la oportunidad de crecer interiormente, nunca pensará mal de otros.
Siendo él mismo impasible, trata de no influir en otros y no es arrogante.
Al anteponer el bienestar de otros a su propia felicidad, está exento de todo interés personal y libre de egoísmo.
Indice de Artículos
• El Grial en los Pirineos, Antonin Gadal
• La Lámpara maravillosa, Ramón María del Valle Inclán
• Lo Bello y lo Sublime (Ensayo)
• El ojo y el testigo
• El Campo de respiración
• La cruz de Tau