Revista Pentagrama 2015 – 4
El número de poetas, pensadores y mensajeros que nos indican el Camino séptuple es impresionante. Las personas que sacrifican todo su ser para recorrer el camino y lo consiguen, constituyen igualmente un grupo excepcional. Seguir este camino séptuple conduce invariablemente a insertarse en la cadena formada por los portadores del Camino, aquellos que lo han trazado y son sus guardianes. Y todos, absolutamente todos, dicen que el Camino es séptuple. Quien de forma responsable da el primer paso, da un paso fuera del tiempo. Adquiere una comprensión propia del Ser intemporal, tanto en sí mismo como en su entorno. Una dicha inmensa inunda y enardece su corazón que hace fundir lo que estaba cristalizado.
Asimismo deberá afrontar un montón de dificultades de siete tonalidades diferentes que únicamente se resuelven haciendo uso de su poder creativo del corazón. Puesto que el corazón es también séptuple está siempre obligado a franquear una nueva frontera. En cada frontera el pasaporte es el amor universal. El amor universal es el único visado, es eternamente válido, no está sujeto a las leyes del espacio y del tiempo. En efecto, lo universal lo envuelve todo y a todo el mundo.
En lo universal, fuera del tiempo, los otros y nosotros somos Uno. Para comprender plenamente esto y estar integrados, precisamos una verdadera comprensión. El último paso que era también el primero.
ÍNDICE DE ARTÍCULOS
– ¿Podemos explorar lo que todavía no existe?
– Quien se conoce a sí mismo es iluminado
– Infinitamente cerca
– Límites saludables, una historia intemporal
– Siete valles
– El viaje de Mantao (II)
– El redescubrimiento de la Gnosis (IV)