Revista Pentagrama 2014 – 1
(Enero – Febrero)
En el contexto de la Rosacruz, el arte es esencialmente «alquimia», forma de arte que exige el mayor nivel de saber hacer y de habilidad: filosofía pura, práctica espiritual pura y forma de vida íntegra, las tres en una.
La alquimia es un arte simbólico que no requiere del practicante otra cosa que los elementos que él reúne en su mundo interior. Sus conocimientos provienen delos dos mundos en cuyo seno se desarrolla su vida. Uno de ellos le es conocido, el otro, aún no lo ve, pero lo experimenta como una nueva esfera de vida.
En cuanto al fuego necesario, la energía le es suministrada por su ardiente deseo, su aspiración al espíritu.
Este número de Pentagrama le va permitir al lector profundizar en las correlaciones entre el arte, la ciencia y la religión según la propia acepción de los rosacruces.
Además, podrá ver bosquejada la obra de Hilma af Klint, un pionero espiritual de hace un siglo, inspirado por el mundo de lo abstracto así como por las enseñanzas teosóficas y las fuerzas espirituales que le animan. Su obra no se ha podido apreciar plenamente hasta nuestra
Índice de Artículos:
La realidad de la Luz
Sobre lo que es indecible
Hilma af Klint
Pekka Ervast
De la esencia del arte
Marco Aurelio, emperador y filósofo romano