La Rosacruz Actual
“Como hemos explicado en diversas ocasiones, el ser humano está formado por tres aspectos esenciales:
1º la Chispa Divina, Mónada o Ser espiritual central, de naturaleza abstracta, sin forma ni atributos definibles, por lo que suele ser representada mediante símbolos, como por ejemplo una llama eterna, una perla en el corazón de una concha, un Triángulo con las 4 letras sagradas en su interior, etc.
2º el microcosmos, una estructura de líneas de fuerza electromagnética, que es una emanación directa de la Mónada, generando un reflejo en la substancia cósmica de nuestro planeta. El microcosmos es el depositario de todo el capital de información y por ello de memoria necesario para gestar en su interior el tercer aspecto, el cuerpo.
3º el cuerpo, la personalidad humana, el instrumento de percepción y acción necesario para interactuar con el medio. La idea de ser humano emana de la Mónada,en el microcosmos adquiere una imagen o arquetipoy en el cuerpo toma forma y consistencia.
Aquí vemos el circuito mencionado de que el ser humano nace primero como abstracción y más tarde se concreta en la materia.
Esa corporeidad humana, esa personalidad, es a su vez séptuple, igual que el microcosmos es séptuple.
Pero en el actual momento de nuestro despliegue sólo 4 de los 7 cuerpos se han concretado:
1º el cuerpo físico, que es el que mejor conocemos, pues es visible y tangible;
2º el cuerpo etérico o cuerpo vital, que es un campo de substancia energética que vivifica el cuerpo físico, y al mismo tiempo permite el flujo de las sensaciones y la administración de las corrientes fundamentales de los órganos sensoriales,
3º el cuerpo astral, emocional o del deseo, que es una estructura en forma de huevo invertido que, como un aura, envuelve al ser humano, y tiene un carácter muy eléctrico y magnético, y es el responsable de atraer hacia nosotros todo lo que necesitamos y deseamos, y repeler todo lo que no concuerda con nuestra clave vibratoria;
tiene una función muy importante en la estructura de los órganos sensoriales y es un instrumento esencial para la transferencia de información entre el microcosmos y la personalidad.
4º el cuerpo mental, que como su nombre indica tiene que ver con la mente, es el más espiritual de los cuatro y detenta las facultades superiores de reflexión, imaginación, creación y pensamiento.
Este 4º cuerpo es precisamente el cuerpo que fue activado de manera colectiva en nuestra humanidad hace ahora 25 siglos más o menos.
Por ello es mucho más joven que el cuerpo astral, y por ello normalmente el cuerpo del deseo manipula con bastante facilidad al cuerpo mental para utilizar las facultades superiores al servicio de los deseos, cualquiera que sea el tipo de ese deseo.
En la septuplicidad de la personalidad humana, los 3 primeros cuerpos, es decir: físico, etérico y astral, forman juntos el triángulo animal.
Si esto les suena un poco rudo, digamos entonces que ese triángulo es animado por fuerzas puramente naturales, biológicas.
Los 3 cuerpos superiores, aún no desarrollados, aunque presentes en potencia en la personalidad y en latencia en el seno del microcosmos, son los encargados de expresar y manifestar la consciencia cósmica y la realidad monádica.
Esa consciencia es la que permite percibir la verdadera realidad universal, abarcando tanto la parte visible como la invisible de nuestro cosmos.
Y el 4º cuerpo, el cuerpo mental, es el eslabón de conexión de lo natural y lo espiritual, es el traductor microcósmico entre la realidad objetiva y la subjetiva.
Si el 4º cuerpo asume plenamente su función y no se deja manipular por la tríada inferior, puede permitir entonces, puede fomentar entonces, que en nuestro sistema se manifieste una fuerza animadora superior, una fuerza animadora que no está sometida a los ciclos biológicos, sino que encuentra su fundamento en el universo divino mismo, en el campo de manifestación del Alma Espíritu.
Por lo tanto, el 4º cuerpo es la Puerta que da acceso al Alma Inmortal en el sistema de la personalidad y del microcosmos.
Cuando el Alma Espíritu se manifiesta en la personalidad, lo primero que hace es transformar el cuerpo astral para armonizarlo con las leyes espirituales divinas,
y a continuación permite el aflujo al cuerpo etérico de las vibraciones de fuerza y luz del mundo divino,
lo que en tercer lugar provoca un reordenamiento y reestructuración de las funciones del cuerpo físico, para que pueda desempeñar tareas y actividades que hasta ahora no podía ni concebir.
Por esa acción sobre los 3 cuerpos inferiores, que se ha vuelto posible gracias a la correcta actividad del cuerpo mental, en paralelo permite que en el microcosmos se activen ya las funciones de los 3 cuerpos superiores –que como dijimos hasta ahora estaban latentes en el microcosmos y en potencia en la personalidad.
De esta forma se rompe el aislamiento en el ego generado por el cuerpo astral y los condicionantes medioambientales.
La vida puede ser contemplada entonces en su circuito completo.
Lo que antes llamábamos muerte, es percibido como el simple tránsito natural de lo concreto a lo abstracto, de lo visible a lo invisible, y lo que antes llamábamos nacimiento, lo vemos como la manifestación en lo visible y tangible de lo que hasta ahora era abstracto e invisible para la humanidad.
La idea de muerte es suprimida, pues los dos componentes de esa idea que son separación y destrucción se esfuman.
Pues por un lado la separación ya no existe, y lo que a nuestros ojos parece destrucción, a los ojos del ser humano dotado de un Alma Espíritu es una simple TRANSFORMACIÓN.”
Extracto del libro: “La Rosacruz actual”
Autor: Francisco Casanueva Freijo.
Más información sobre este libro: http://tienda.fundacionrosacruz.org/62-la-r-9788487055676.html