Dylan, intérprete del espíritu de la época
Los tiempos están cambiando
Texto: Johan van der Cammen, País: Países Bajos, Imagen: openClipart-Vectors via Pixabay
Según el esoterismo, lo que llamamos “el espíritu de la época” es causado por radiaciones intercósmicas que interfieren con la humanidad, influyen en su desarrollo y orientan su trabajo. Pocos poseen la capacidad de percibir e interpretar directamente estas radiaciones intercósmicas, el momento evolutivo, pero muchos son sensibles a ellas. Los verdaderos artistas han sabido transmitir el espíritu de su tiempo y lo han plasmado en sus obras.
Un ejemplo bastante espectacular del momento evolutivo lo tenemos en los años 60 del siglo XX: “Adolescentes y veinteañeros en esa época – la generación ahora llamada “los baby boomers” – consideraban que el orden establecido estaba totalmente obsoleto y, entre otras cosas, exigían participación y democratización, a través de movimientos estudiantiles, pro derechos civiles, antirracistas, etc. Esta protesta fue acompañada de un gran optimismo sobre el futuro que, entre otras cosas, se reflejó en el movimiento “Flower Power”. Una canción del musical Hair (1967) se convirtió en un éxito número uno: “Aquarius/Let the sunshine in”.
En aquellos años hubo una verdadera explosión de música dirigida a los jóvenes, que se llamó “música pop”. Los Beatles, que irrumpieron en 1962 con Love me do, son los promotores indiscutibles de esta nueva música. La carrera musical de Bob Dylan también comenzó en 1962. El 2 de julio de 1962, el entonces joven Dylan, de veintiún años, tocó su canción “Let me in my footsteps” (“Déjame morir tras mis huellas”), donde se podían escuchar estos versos:
“El sentido de la vida se ha perdido en el viento
Y algunos piensan que el final está cerca,
En lugar de aprender a vivir aprenden a morir.”
En aquellos años los rosacruces decían:
“Un nuevo campo de radiación intercósmica, que abarca nuestro mundo, ha adquirido intensidad y fuerza suficientes para producir efectos evidentes, visibles y demostrables; efectos que, en su contexto, causarán una revolución absoluta del mundo y de la humanidad, y esto en un período de tiempo de pocos años.”
Aspiraban a crear lo que ahora llamaríamos una comunidad moderna, en el sentido más sublime de esa palabra.
La canción Los tiempos están cambiando, que Bob Dylan tocó por primera vez el 26 de octubre de 1963 (ver texto al final), suena como un eco casi literal del llamamiento que sonó en el Centro de Conferencias Rosacruz de Renova unos meses antes. Hasta el 14 de agosto de 2009 Dylan cantó esta canción 633 veces en vivo. Se lanzó en single y también apareció en 18 elepés de Dylan y, por lo tanto, se ha difundido millones de veces en todo el mundo. Al menos, partes del texto están en la memoria de millones de personas. Mirando hacia atrás, el título de la canción era simplemente profético:
Los tiempos han cambiado rápida y drásticamente desde entonces. “El amanecer de un nuevo día” provocó disturbios, sacudió el sistema social e hizo sentir que las posibilidades de renovación estaban allí: ¡ahora sí puede! Las nubes oscuras del materialismo y del conservadurismo fueron disipadas por el sol del idealismo y del optimismo.
En la extensa obra de Dylan, la transitoriedad y la relatividad de la vida todavía se canta a menudo. “Like a Rolling Stone”, 1965, describe el destino de una orgullosa dama de ambientes acomodados que llegó al final de su andadura. En el coro, se puede sentir una soledad y una desolación sin esperanza:
“Cómo te hace sentir
estar sola
sin una casa
como una completa vagabunda.”
En 1964, en “Está bien, Ma”, como una variación del Eclesiastés, encontramos el verso:
“He tenido suficiente, ¿qué más puedes mostrarme?”
En “All Along the Watchtower”, de 1965, comienza con el llanto del corazón:
“Debe haber alguna forma de salir de aquí,
Tiene que haber una salida.
Y continúa:
Hay muchos aquí entre nosotros que sienten que la vida es sólo una broma.
Pero tú y yo hemos pasado por eso, y este no es nuestro destino.”
La canción “Queen Jane Approximately”, de 1987, da testimonio del aburrimiento de la repetición:
“Cuando estás cansado de ti mismo y de todas tus creaciones.”
Y también de la transitoriedad:
“El olor de sus rosas no permanece”,
Y sobre todo un reproche notable:
“Tus conclusiones deberían ser más drásticas.”
Existe seguramente una “vía de salida”, como una trascendencia de la repetición, del aburrimiento y de la decadencia. Pero requiere una decisión drástica, tomada desde dentro, para “un nuevo acto, un nuevo enfoque”, como formularon Jan van Rijckenborgh y Catharose de Petri en 1963.
Porque el propio Dylan formaba parte de esa juventud sensible a los “tiempos que estaban y siguen cambiando”, su mensaje y visión del ser humano y de la sociedad surgieron, por decirlo así, “del interior”, como ocurrió con toda una generación de jóvenes que ahora se han vuelto grises gradualmente, pero que no olvidan las palabras de Dylan.
*Reuníos a mi alrededor gente,
por donde quiera que vaguéis,
y admitid que las aguas
de vuestro alrededor han crecido,
y aceptad que pronto
estaréis calados hasta los huesos.
Si el tiempo es para vosotros algo que
merece la pena conservar,
entonces mejor que empecéis a nadar,
u os hundiréis como una piedra,
porque los tiempos están cambiando.
Vamos, escritores y críticos,
que profetizáis con vuestras plumas,
mantened los ojos abiertos,
la oportunidad no se repetirá.
Y no habléis demasiado pronto,
porque la ruleta todavía está girando.
Y nadie puede decir
quién es el designado.
Porque el ahora perdedor,
será el que gane después.
Porque los tiempos están cambiando.
Vamos, senadores y congresistas,
por favor presten atención a la llamada.
No se queden en la puerta,
no bloqueen la entrada.
Porque el que salga herido,
será el que se quedó atascado.
Hay una batalla ahí fuera,
y es atroz.
Pronto sacudirá vuestras ventanas,
y hará vibrar vuestras paredes,
porque los tiempos están cambiando.
Vamos, madres y padres
de toda la tierra,
y no critiquéis
lo que no podéis entender.
Vuestros hijos e hijas
están más allá de vuestro dominio.
Vuestro viejo camino está
envejeciendo rápidamente.
Por favor, salid de lo nuevo
si no podéis echar una mano,
porque los tiempos están cambiando.
La línea está trazada,
la maldición lanzada.
El que ahora es lento,
luego será rápido.
Como el presente
será luego pasado.
El orden está
destiñéndose rápidamente.
Y el que ahora es el primero,
será después el último,
porque los tiempos están cambiando
*Los tiempos están cambiando, Bob Dylan
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